Un extranjero a llegado a la ciudad

Era una de esas noches de comienzos de otoño, una de esas noches donde el frio y la humedad comienzan a recordar a los transeuntes que el invierno viene en camino, y que no sera gentíl con nadie...

Entre la muchedumbre de gente caminando, cada uno sumido en sus propios pensamientos y preocupaciones, camina silencioso un hombre envuelto en un abrigo impermeable largo algo maltrecho por el exceso de uso. A sus hombros cae su cabellera en una melena oscura pero bien lisa, la cual tambien cubre una parte pequeña del rostro por su caminar mirando hacia el suelo. Mientras camina, la oscilación del bolso de cuero que lleva colgando en un costado hace ritmo con el sonido de sus largas botas tambien de cuero, a medida que estas hacen contacto con las baldosas del camino.

En su mano lleva una nota, la cual chequea a la vez que mira la numeración de la calle Lircay, por la cual camina. Habia escuchado de boca de otro de los suyos, en uno de sus viajes, que los recien llegados a esta ciudad siempre hacian acto de presencia en la dirección que le habian indicado, y que era prudente que asi lo hiciera, sobretodo si pretendia quedarse por un tiempo. Nunca le habia gustado llamar la atención, pero no cumplir las reglas de un lugar en el cual el era un extrangero, solo traia problemas. y problemas le sobraban como para querer algunos mas...

Llego al lugar en cuestion, buscando alguien que tuviese aspecto de ser como el... no le costo demaciado trabajo, por lo que se acerco prudentemente, tocio de forma leve, para hacerse notar, y se presento:

- Buenas noches, mi nombre es Danath, y soy nuevo en este lugar...

Seele lo mira, y levanta una ceja.

- Asi que un caminante nuevo por aquí, eh? Bienvenido. Mi nombre es Seele Beck, primogenita Toreador. Y antes que lo cuestiones : SI, soy toreador!.

Hace una pausa y continúa:

- Ejem, ejem...como te iba diciendo, bienvenido. Si necesitas un escape de la pomposidad de esta camarilla, no dudes en acudir a mi, conozco un bar bastante bueno, y nunca está de más alguien con quien conversar.

Danath se inclina para hacer una leve reverencia de respeto y saludo a su interlocutora

-Mucho gusto de conocerte Seele Beck, es un placer y una sorpresa conocer a alguien tan importante habiendo recien llegado a esta ciudad, es agradable saber que los artistas aqui tienen buenos modales...

Sea bienvenido aquel que se presenta a la casa de las presencias breves, se tratado con hospitalidad en esta tierra y lugar donde se pretende nunca a nadie olvidar.

Recuerda, estas en bien a tus movimientos conversar, pero sobretodo... y una vez mas... Bienvenido a este lugar.

* desde las entrañas de la suma obscuridad un hombre aparece para ver al recien llegado...

- Buenas noches camarada nocturno, mi nombre es Altazor Bonaventura, actual Principe de la Camarilla en Santiago de Chile, espero que encuentres tu lugar en los recondidos pasajes de mi ciudad, tienes tantas libertades como deveres en estos lados... pero no te preocupes... el tiempo le da tiempo al tiempo...

recuerda enviar tu ficha e historia al mail del foro... despues de eso podras empesar a rolear, mientras tanto estas cordialmente invitado a participar en los foros "no-foro" y "La juguera", cualquier duda o consejo podras postiar en dudas...

Buenvenido a un rincon del mundo...

Te guiña un ojo y sonriendo, dice:

- Para hombres tan guapos e interesantes como tu, siempre habrá buenos modales. Espero verte en el bar anarquista...es el único lugar de por aquí donde realmente puedes disfrutar una noche. ¡Nos vemos!


Dicho esto, camina hacia la salida.

*en su interior, intenta analisar a los tres interlocutores que tiene frente a si*
mmn, el clan de los lunaticos es tan diverso como inquietante; mientras que la familia de la rosa intenta siempre ser provocador... sip... es un lugar normal...

Dirigiendose a Seele Beck:

Sera un gusto verle en el bar...

y ahora dirigiendose al principe:

-Muchas gracias por la cordialidad de su recepción, estimado Bonaventura. Como recien llegado a vuestro dominio me presento oficialmente hacia ud, como lo determinan nuestras tradiciones, y me someto a vuestras normas y disposiciones, como autoridad y señor de esta ciudad...